Apuntes de una rookie mom

Mamá de varones

Por qué fui

en 20 de octubre de 2016

2016-10-19-20-10-42En mi infancia y adolescencia no supe lo que era el machismo. Crecí en un matriarcado. Mi familia era una de esas en que una mujer es la que le hace frente a cualquier adversidad y logra salir adelante contra viento y marea, por sus propios medios. Mamé eso. Siempre creí que así era la vida.

Tampoco en la escuela estuve expuesta al machismo. ¿Suerte? No lo sé.

Así que no pude darme cuenta algunos años más tarde que no estaba bien tener que pedir permiso para gastar mi propio dinero. Para salir con mi propio auto. Para salir con mis amigos. Para tener amigos.

No sabía que está mal que si a pesar de «no tener permiso», salís, te hostiguen con 30.000 llamados, te revisen el mail, te exijan que vuelvas ya mismo a casa. Tampoco sabía que no era mi culpa. Creía que sí. Que yo pretendía ser demasiado independiente. Que hay que cuidar al marido. Que no hay que hacerlo enojar. Sólo que yo había venido fallada y no lograba comportarme como una señorita bien.

No lograba entender que no es un castigo válido que te dejen varada en un aeropuerto, que literalmente no te dirijan la palabra por 3 semanas, o que muchas veces te hagan bajar de tu propio auto por no aceptar las reglas. Porque era yo la que siempre había tenido problemas para aceptar las reglas.

Creía que era idiota por no dedicar ni 3 minutos por semana a las tareas del hogar. Por no hacer un esfuerzo para aprender a cocinar. Por empezar un posgrado al terminar el grado, y por empezar una especialización al terminar el posgrado, y por empezar una maestría al terminar la especialización. El problema era yo, que tenía intereses inapropiados, o una vida equivocada.

Con los muchos amigos que, gracias a Dios, conservé de esa época, y con los que más tarde recuperé, siento vergüenza. Innegable. Insoslayable. Inevitable.

A los que vieron lo que pasaba, a los que quisieron ayudarme y no los dejé, a los que finalmente lograron ayudarme, les estoy agradecida. Para siempre. Pero también siento vergüenza.

Hasta que algo cambió el 3 de junio de 2015.

En ese momento tuve una epifanía. Hasta ese día creía que había vivido una relación que había fracasado. Y que había fracasado porque yo la había hecho fracasar. Y que por eso no había tenido derecho a reclamar ningún derecho. Y que justamente por eso había merecido volver a empezar literalmente de cero. Con nada.

Ese día de golpe entendí que no. Que el problema no había sido yo. Que había vivido un ambiente hostil, sí. Pero no por mi culpa. Nada de lo que yo haya hecho o dejado de hacer justificaba nada de lo que había vivido.

No había una vez un buen tipo que había encontrado una chica mala y había fracasado en su intento de encaminarla. Había una vez un mal tipo que había querido por todos los medios doblegar a una chica independiente y autosuficiente que lo quería. Había una vez un pusilánime que a cada intento fallido redoblaba la intensidad hasta que la chica dijo basta porque no podía más vivir así.

Ayer fue mi cumpleaños. Cuarenta y uno. Muchos años pasaron de aquella época. Muchas cosas logré y mucho cambié mi vida. Hoy sigo sintiendo vergüenza, pero el 3 de junio del 2015 comencé a entender.

Por eso fui ayer. A pesar de la lluvia, a pesar de que todavía tenía pendiente un compromiso laboral, a pesar de mi cumple, a pesar de que mis hijos estaban en casa esperándome a mí, a pesar de que iba a venir familia a mi casa a festejar mi cumple, y a pesar de que todavía sigo sintiendo que el problema pude haber sido yo.

Fui porque todavía necesito que me sigan demostrando que no.

 

 


2 respuesta a «Por qué fui»

  1. Valeria dice:

    Sos lo más Lu😘

  2. Florseriayo dice:

    Ay Lu! Estas segura que vos no sos yo? Las únicas diferencias son eln posgrado y que ni siquiera me animé a decir basta. Un domingo hizo sus valijas y se fue. Tenía razón, claro. Yo estaba trabajando. En domingo.
    Feliz cumple, feliz vida.

¿Qué opinás?