Apuntes de una rookie mom

Mamá de varones

Campamento

img_4042El fin de semana fue el primer campamento de Alvarito. El plan era un fin de semana en un camping (en carpa, obvio) con todos los papás (varones) y todos los nenes y nenas de la salita. Fueron casi todos, ya que la idea enseguida tomó vuelo en el grupo.

Es una larga tradición en el colegio, así que como entre los papás hay un par de ex-alumnos, a comienzos de año ya empezaron a trabajar la idea y enseguida pudieron fijar fecha, lugar y organizarse.

Como era un programa de ellos, me propuse mantenerme ajena y darles la libertad de generar su propia experiencia. Tanto que el viernes me di cuenta de que no sabía absolutamente nada de cómo marchaban los preparativos.

Hacia el mediodía me morí de angustia con la idea. O de ansiedad. O de ese no sé qué que me agarra cada tanto cuando veo lo grandes que están mis niños. Así que fui a comprarle un regalo que fuera super representativo de la idea de salir de campamento y que a la vez pudiera atesorar como un regalo de mamá. Le conseguí un instrumento con lupa para observar insectos. Una genialidad de esas que se consiguen en las casas de camping medio chapadas a la antigua.

Y allá fueron. El domingo a la tarde, cuando regresaron, los dos estaban tan exhaustos como felices. Habían tenido una experiencia única y memorable y habían generado un recuerdo mágico sólo para ellos.

Mención especial para el Doc, que deslumbró con todos los preparativos. Tenía cubiertas el 100% de las necesidades y tenía todos los recursos de contención necesarios.

Mientras tanto con Gerva nos armamos un fin de semana de novios. Como buen segundizo, estaba chocho con la exclusividad porque la verdad es que no tiene muchas oportunidades de pasar tiempo a solas conmigo. Nos armamos unos programas super entretenidos, y le di la posibilidad de elegir todo el tiempo por sí mismo sus propias preferencias (otra de las cosas que también escasean ja!).

Descubrí muchas cosas sobre él, como que canta cuando nadie lo está mirando, baila cuando no se da cuenta, y sabe cosas que no sabíamos que sabía. Tiene (siempre tuvo) una idea tan clara de lo que quiere y lo que no quiere, que cuando está tranquilo y se le da espacio es un placer verlo desenvolverse. Sin la mirada del otro, sin la competencia con el hermano, sin tener que conquistar espacios. Cuando tiene el tiempo y la disposición que necesita para explicar el porqué de sus elecciones, su poder de argumentación es desbordante.

Y ahí fue que me di cuenta. Cada uno de nosotros (mamá y papá) nos tenemos que generar periódicamente momentos de exclusividad con cada uno de nuestros chicos.

Lo voy a implementar. Ya les contaré… Stay tuned.

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Amor amarillo

2016-08-22-19-58-56Como tu color preferido, como los días de sol que te encantan, como los tractores, palas mecánicas, topadoras y todas las máquinas viales que tanto te apasionan.

Como tus autos, como tu nombre, como tus besos. Como el esfuerzo que hacés cada día para ser el señorito mágico que tiene locos de amor a los que te acompañan todos los días viéndote crecer.

Amarillo. Gelb. Yellow. Jaune. Amarelo.

Así. Hermoso. Nítido. En ese abrazo gigante que me das todos los días. En esa pielcita tenue de los primeros días.

Pintás todo de amarillo. Escribís en amarillo y aunque te digo que no se lee, no te importa. Tu amor es amarillo.

Así que, mi señorito amarillo, feliz cumpleaños. Gracias por haberme elegido para ser tu mamá. Gracias por iluminar mi vida con tu sol. Gracias por llenar el hogar de alegría en esa carcajada inesperada que nos transforma el malhumor. Gracias.

Felices 5.

 

«Hay algo en el aire
un detalle infinito
y quiero que dure para siempre»

 

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El niño es el padre del hombre

Hace meses que estoy practicando técnicas de mindfulness. En el camino que vengo haciendo me fui dando cuenta de la urgente necesidad que tenía de negociar mejor conmigo misma las condiciones de mi presente. Mi aquí y ahora estaban siempre intermediados por mi juicio sobre cómo deben ser las cosas, y mi forma de reaccionar a las agresiones externas no me dejaban muy contenta. Aun teniendo razón, y ni hablar en las situaciones en que no, sentía la necesidad de superar la urgencia que impone el sentirse ofendido o lastimado y encontrar otros caminos que me ayudaran a ver con claridad.

Entonces me di cuenta de algo super fuerte: por qué, si con mis niños tengo una capacidad infinita para escucharlos activamente, estar pendiente de sus necesidades, desarrollar apego seguro y una presencia consciente, era tan intransigente e inflexible con los adultos. La primera respuesta es más que obvia: ni son niños ni son mis hijos. Pero lo que sí es cierto es que tenía que haber un camino. Trabajé (trabajo) mucho conmigo misma. Es uno de los dones de la maternidad: descubrí que no tenía por qué quedarme con una versión de mí teniendo capacidad de maniobra.

En fin. En este derrotero después comencé a sentir una alarma en lo que hacía a mis hijos: me surgió la importancia de asegurarles a ellos la capacidad de estar conectados consigo mismos, con sus emociones y su presente.

Estamos todos practicando yoga, y por mi parte medito mucho y voy logrando sesiones cada vez más prolongadas.

Para quien le interese ahondar en prácticas de mindfulness, les recomiendo empezar por esta aplicación que descubrí, que es genial: Calm (en iTunes o en Google Play). Trae muchas meditaciones guiadas, y otras libres. Algunas están liberadas y otras se desbloquean mediante pago.
IMG_0895Para arrancar con los chicos conseguí este libro: «Tranquilos y atentos como una rana» de Eline Snel. Viene con un CD con 11 meditaciones guiadas especialmente adaptadas para niños de 5 a 12, que pienso comenzar a hacer con los nenes apenas termine de leer el libro (¡me falta re poquito!).

Estoy convencida de que este es el camino para ayudar a los chicos a reforzar su autoestima y su seguridad, y la practica continuada ayuda, a grandes chicos, a poder ver la vida de otro modo. La transformación viene de adentro de uno.

 

De las herramientas que les demos hoy, va a depender su vida adulta. Me impactó este poema, destacado en el prefacio al libro:

My heart leaps up when I behold 
   A rainbow in the sky:
So was it when my life began; 
So is it now I am a man; 
So be it when I shall grow old, 
   Or let me die!
The Child is father of the Man;
And I could wish my days to be
Bound each to each by natural piety.
(William Wordsworth, 1770 - 1850)
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