Apuntes de una rookie mom

Mamá de varones

Querido Dios

descargaCuando era chica tenía conversaciones con Dios. En cualquier momento del día, pero especialmente a la noche al acostarme, antes de cerrar los ojos.

Hoy sigo haciendo lo mismo, pero sólo en situaciones críticas. Los grandes perdemos la capacidad de operar con la magia de la fe.

En mi familia la Navidad se vive siempre con mucha fe. Fe en que las cosas van a mejorar, fe en que todos vamos a estar bien, fe en que vamos a poder enfrentar los problemas. Fe.

Sigo hablando con Dios, pero ahora de grande evito pedirle toda la ropa del mundo, los zapatos carísimos, los perfumes que tanto me gustan y mis carteras soñadas. No porque hayan dejado de gustarme, todo lo contrario. Es sólo porque entendí que para esas cosas está el trabajo y el esfuerzo.

Ahora hablo con Dios de las cosas que me agobian. De las que me cuesta manejar. De las que no logro hablar con nadie más. A lo sumo con el Doc, porque tenemos ese nivel de diálogo franco y abierto que tanto nos gusta. Aun así, hay cosas que sólo hablo con Dios.

Anoche le pedí a Dios dos cosas muy especiales que estoy deseando fuertemente para mis hijos. Hay algo que Alvarito necesita. Hay algo que quisiera para el Queca. También le pedí algo para mí: le pedí la pipa de la paz para todas mis batallas. Mejor dicho, le pedí la capacidad de poner fin a todas mis batallas. No porque un halo de bondad haya descendido sobre mí de repente, sino sólo por la razón más evidente: estoy cansada. Necesito Paz.

Así que, querido Dios, te pido que la Paz sea conmigo. Que tengamos todos una hermosa Navidad y que Dios bendiga a nuestros hogares.

 

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Pipes of peace

Llegó la Navidad.

Esperar la llegada del Niño es un acontecimiento que toda mi vida me causó muchísima emoción. Es la espera de la paz, la armonía, la certeza de que todos podamos vivir con alegría.

En mi caso particular, es también una fecha donde intento pensar nuevos propósitos. Nuestra vida es hermosa, y gracias a Dios hay pocas cosas de las que recuerdo haberme privado este año que se va… ninguna sin la cual no pueda vivir en plenitud.

Desde muy chica el espíritu navideño me invade todos los años. Me encantan las fiestas de fin de año porque me copa la buena onda que percibo en el ambiente. Lo digo con sinceridad. Creo que a esta altura del año todos planificamos metas de buena voluntad.

Me gusta la época porque personalmente todas mis batallas quedan en suspenso y siento muchísima alegría.

Espero poder contagiar a mi niño con esta emoción.

«I light a candle to our love
In love our problems disappear»

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