Apuntes de una rookie mom

Mamá de varones

Happy endings

2015-12-06 21.11.30Puedo decir que el 2015 fue complejo. Complejo de esas mil maneras en que la trama va tapando lo profundo y por momentos se hace difícil sentir que puede haber manera de salir adelante. En la forma clásica de introducción – nudo – desenlace, típicamente el 2015 va llegando a su fin literal y simbólicamente hablando. Enhorabuena.

Sé que hay toda una movida en contra de los finales felices y gente comiendo perdices, pero, señores, lo siento. Hoy vengo a hablar de cómo logramos transformar nuestro día a día para contener y contenernos.

No nos fue fácil. Nada lo es porque nunca elegimos los caminos más simples. No está en nuestra naturaleza. Agradezco que hayamos tenido la capacidad de buscar ayuda a tiempo y de corregir una y mil veces sobre la marcha.

Y acá estamos. Lo más hermoso que recibimos fue el feedback de las maestras de mis niños: más allá de los logros concretos, cada una destacó que el rasgo más sobresaliente es una sólida confianza en sí mismos. Que hayamos podido acompañarlos para que consigan semejante tesoro nos llena de satisfacción. Que sepamos estar con ellos y fortalecerlos para que puedan desarrollar su personalidad en todo su esplendor y de forma independiente es algo que nos propusimos deliberadamente. Y que lo estén logrando nos emociona.

Nosotros, como siempre, seguimos construyendo para sentirnos más seguros de nosotros mismos y con menos temor, como bien dijo una vez mi coequiper.

«You gotta be bad, you gotta be bold, you gotta be wiser
You gotta be hard, you gotta be tough, you gotta be stronger
You gotta be cool, you gotta be calm, you gotta stay together
All I know, all I know, love will save the day»

Anuncio publicitario
Deja un comentario »

Hay tantas cosas, yo sólo preciso tres

Hoy se festeja. Un año nuevo. Un nuevo momento para revivir todas las cosas que nos unen, y también, por qué no, las que no nos unen.

Una vez más te elijo para seguir construyendo este imperio. En medio de llanuras, montañas, valles, mesetas, desiertos, oasis y acantilados. El paisaje es único. Es maravilloso. Es indescriptible. Porque nosotros lo mejoramos en cada km de extensión.

Hace 12 años éramos otros. Ni mejores, ni peores. Veníamos de otros lugares, de hacer cosas distintas, de soñar otros sueños, y planear otros planes. Hasta que nos dispusimos a encontrarnos. Es increíble cómo un segundo puede cambiar la historia.

Hace 7 años también éramos otros. Mejores y peores. Juntos. Soñando, proyectando y haciendo en grande. Compartiendo. Viviendo.

En fin.

En todos estos años te sigo eligiendo. Aún en mis enojos. En los tuyos. Aún en tus errores. En los míos. Seguís siendo siempre el lugar al que voy a compartir mis alegrías y tristezas, a buscar consejo y tranquilidad. Paz. Me das paz.

Y una familia hermosa en la que crezco cada día y encuentro siempre la mejor versión de mí.

«… y que me parta un rayo si alguna vez olvido la suerte que tengo…»

 

Deja un comentario »

Unplugged

Todo de a dos

Todo de a dos

Ya había contado acá sobre mi campaña para pasar menos tiempo smatphoneando en el tiempo que pasamos en familia. También había contado en este otro post, que esta vez cuando pensamos en recursos para viajar con nuestros niños no tuvimos en cuenta los dispositivos (teléfonos, tablets, compu) como primera opción (ni como segunda, ni tercera).

Las razones son muy personales. Entendemos que a nuestra familia el tiempo on line le resta calidad de vida. La verdad es que cuando pasamos mucho tiempo conectados, paradójicamente perdemos conexión entre nosotros. Hasta en Alvarito me puedo dar cuenta que después de mirar «videos» un rato se pone irritable y fastidioso.

Cuando pensábamos en qué llevar para sus ratos de esparcimiento o para mitigar la ansiedad y/o el aburrimiento, les pusimos un montón de cosas que sabemos que ellos disfrutan pero que no son tecnológicas.

Llevamos unas valijitas preciosas con lápices, marcadores, crayones y dibujos para colorear, juegos de letras y de números, autitos.

De los 15 días que duró el viaje, 14 no tuvimos que recurrir a la tablet. Hubo un día en que habíamos hecho (a propósito) pocos paseos y más vida «casera», sobre el final del viaje para descansar un poco, y recién este fue el primer día que Alvarito pidió ver videos. Es decir, la anteúltima noche del viaje fue la primera vez que pidió. Por supuesto lo dejamos, total era cero grave a esa altura. Si hubiera pedido antes de ese día no sé cómo hubiera sido la cosa. Nos habíamos puesto de acuerdo en tratar de evitarlo, pero tampoco es que no hubiéramos podido flexibilizar un poco, creo yo. De todos modos es contrafáctico. La verdad es que el día que pidió, le dimos, pero porque no era grave.

Cuando buscaba cosas me di cuenta que hay miles de recursos para entretener a los chicos y pasar tiempo con ellos sin que necesariamente tengamos que conectarlos. Son decisiones.

Nosotros pudimos disfrutar un montón y no tuvimos conflicto. Eso sí, todo de a dos porque la parte de compartir no la tenemos aún taaan bien resuelta. Gerva es bastante más empático (nunca tuvo reinado individual); a Alvarito todavía le cuesta un poco «soltar».

En casa, la regla es que los viernes y los domingos son los días en que se puede mirar «tele» (es decir, Netflix) y «videos» (es decir, Youtube). Alvarito nunca tuvo problema para aceptar las reglas claras y previsibles, así que en la semana se olvida del tema. Eso sí, el «thanks God it’s Friday» lo hace valer con creces.

En fin. Cada uno sabe lo que funciona mejor en su hogar. En casa, convivimos mejor y compartimos más si pasamos más tiempo off line.

2 comentarios »

A %d blogueros les gusta esto: