Hace dos semanas asumí de golpe la responsabilidad de hacer grandes cambios de hábito en casa. La diaria nos va llevando, y muchas veces la inercia no nos deja ver las cosas que no van bien.
En eso estábamos, y de golpe me encontré con que nuestros hábitos alimenticios eran desastrosos, nuestra rutina familiar en torno a la alimentación estaba muy descontrolada, y los chicos ya estaban haciendo cualquiera, en ausencia de un marco de referencia que los (nos) contuviera.
Así que de golpe tomé la decisión: me senté frente a la computadora, investigué algunos tips básicos de nutricion infantil, incorporé las rutinas que nos exigen en el cole de Alvarito en cuanto a meriendas saludables, y armé un programa detallado de lunes a viernes con todas las comidas y colaciones. El plan que armé ya viene con la lista de compras (aplausos para mí por favor).
La semana pasada lo implementamos, y junto con ese plan vino un cambio de costumbre: a partir de ahora nos sentamos todos juntos y cenamos todos lo mismo. Lo que nos estaba pasando es que por esperar a cenar una vez que los chicos se acostaran a dormir la realidad es que hacía unos cuantos meses que el Doc y yo ya no estábamos cenando. Un desastre.
Nos está yendo muy bien. Los chicos aceptaron pacíficamente el cambio, y se re coparon. Comemos en la mesa del comedor, con toda la vajilla completa y compartimos cenas familiares de verdad. El resultado fue que los chicos comenzaron a aceptar más tranquilamente el momento de bañarse y a dormir, y pudimos volver a acomodar los horarios a pesar de lo torturante que es para nosotros el turno tarde.
Otra cosa que hice fue limitar el uso de la tablet por parte de Alvarito. Estaba como obsesionado con Youtube, al punto que pasaba de un video a otro y entró en esa dinámica perversa en que un video lo llevaba a otro, y ese a otro hasta llegar a videos sobre juguetes que no eran otra cosa que una publicidad, por lo que se estaba volviendo adicto a youtubers de Croacia, Islandia, Japón y China. Así que decreté que desde ahora sólo los sábados se pueden mirar «videos». Ya lo sabe, y ya se adaptó. Volvió a jugar a las cosas que más le gustan, que son los números, las letras, los bloques de construcción y hacer dibujos para toda la familia.
Ya sobre el final de la semana, además, me di cuenta de otro problema más: los adultos y el celular. Me privé a mí misma del celular en la cena, y conforme avanzaban los días tuve ratos más largos de abstinencia, hasta que llegué a no usar el teléfono desde el viernes a la tarde hasta hoy lunes. Cero whatsapp, cero mails, cero cero de todo. Si bien siempre tuve la política de no estar en el celular cuando estoy con los chicos, esta vez fui más allá y directamente no lo usé para nada.
Pasamos un fin de semana espectacular, en familia, disfrutamos un montón de vida familiar, nos conectamos mucho entre nosotros… La cosa va tomando otro color.
Una cosa que pienso ahora es que finalmente no es tan complicado. Son pequeños grandes cambios que hacen a mejorar la calidad de vida familiar.
Acá paso algunos links relacionados para quien le interesen. Si alguien tiene más material, ¡plis compartan!
9 Things Successful People Do Right Before Bed
Helping Your Kids Develop Creativity & A Lifelong Love of Learning
Menú semanal infantil para aprender a comer sano
Alguien me pidió que comparta un ejemplo de menú semanal de los que hago en casa, así que ahí va: