Se me va el año y yo todavía no hice mi expresión de deseos.
Hace un rato en un chat dije que viví el 2014 enojada. Lo dije sin darme cuenta, pero es cierto. Fue un año estresante en todos los ámbitos que transito y en todos los contextos que me tocan. Lo viví con mucha presión para sacar las cosas adelante, para que todo funcione bien, y para no perder el control de las cosas que tanto me obsesiona. También es cierto que algunos frentes me fueron hostiles y normalmente en esas situaciones tiendo a redoblar la hostilidad.
Así que mi lista de deseos para el 2015 es bastante simple: no quiero enojarme tanto. Quiero operar a tiempo con las cosas que me enojan para poder resolver mejor. Quisiera que mis hijitos no tengan la imagen de una mamá rezongona y gritona. Quisiera que mis hijitos no me escuchen hablar de la gente que hace daño a los demás. Preferiría que me escuchen palabras de amor para los que tanto queremos.
Por el mejor de todos los motivos del mundo: porque así quisiera que fueran ellos.
Vino de visita mi hermano de Córdoba y en un momento dijo algo que me impresionó: nuestros hijos nunca van a ser como nosotros queremos que sean.
Es por eso que me voy a poner ambiciosa: quisiera ser la mejor mamá del mundo, no sólo por mí, sino para que ellos tengan recursos para ser excelentes personas.
El resto, lo supe ahora, lo van a elegir ellos.
Los Morgante – Rios Benso les deseamos a todos un hermoso 2015.