
- No insultarás a tus hijos. Tampoco insultarás su inteligencia.
- Respetarás sus tiempos de aprendizaje y adaptación.
- No exhibirás a tus hijos como trofeo. Ni te apropiarás de sus logros.
- Acompañarás a tus hijos en sus grandes momentos. Secarás sus lágrimas. Los consolarás cuando estén tristes y te reirás con ellos cuando estén contentos.
- Tolerarás su mal humor. Su frustración. Su cansancio. Su fastidio.
- No te quejarás de tus hijos. Mucho menos de sus necesidades.
- Escucharás sus pedidos. Les concederás los deseos que consideres apropiados y les explicarás claramente el «por qué no» de aquello que les niegues.
- Ayudarás a tus hijos a sentirse orgullosos de sí mismos. Alimentarás su autoestima.
- Fortalecerás sus habilidades y los ayudarás a desarrollarlas. Trabajarás junto a ellos en sus debilidades.
- Dejarás que decidan por sí mismos. Al fin y al cabo es lo que lograste con los mandamientos 1 a 9.
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Publicado en Mi yo mamá
Etiquetas: crecimiento, crianza, errores, familia, formación, maternidad
Amé. Y el/a que contradiga el nro. 1, que le saquen la tenencia…
Mega fav
Muy amén!
Amén he dicho!
Amén!