Apuntes de una rookie mom

Mamá de varones

Candy candy I can’t let you go

en 8 de enero de 2015

Llegó el verano. Desde muy chica siempre amé el verano: es la época más divertida del año. Mis recuerdos más entrañables de la infancia son las colonias de vacaciones.

Desde que soy mamá todos los veranos deseaba que Alvarito ya tuviera edad para colonia y al fin este año llegó el momento. Está yendo a una colonia que organiza en un club el profe de Educación Física de su colegio, así que va con la mayoría de sus compañeritos.

Esto tiene muchas ventajas: la principal es que los nenes no tienen que pasar por adaptaciones porque ya se conocen casi todos y conocen muy bien al profe (¡y lo aman!).

La cuestión es que el lunes arrancaron. Me propuse a mí misma no estresarme mucho por el hecho de que no conozco el lugar, ni a las profes, ni supe muy bien cómo organizaban las actividades diarias, básicamente porque espontáneamente se armó una red de mamás que el primer día fueron a ver cómo era todo y nos pasaron impresiones muy positivas.

Una de las cosas que supe es que los profes les dan caramelos Sugus a los nenes, y Alvarito, como sabe que no se los dejamos comer, los retenía en sus manos. Obviamente le duraron poco: otro de los nenes se los sacó y se los comió, y parece que se armó tanto lío que terminaron dándole más caramelos a mi nene. Al fin del día llegó a casa con dos caramelos en la mano y nos pidió permiso para comerlos. «Sólo uno», fue la respuesta resignada de papá dentista.

Inicialmente me hizo un poco de ruido que le hayan dado caramelos sin consultar, pero la verdad es que después recordé que para la inscripción tuve que llenar una ficha muy completa sobre Alvarito y en ningún momento dije nada al respecto. También me planteé que, fiel a mis recuerdos de la infancia, el verano es la época de la diversión y las cosas lindas, así que internamente me relajé con el tema caramelos y no hice ningún planteo. Evité hablar del tema con papá dentista porque sé que no está muy contento con esto.

A ver si puedo encarar el 2015 relajando un poco tantas presiones, no?

¿Cómo manejan el tema con sus nenes?

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5 respuesta a «Candy candy I can’t let you go»

  1. Hay que reconocer que recordamos mucho más las cosas que nuestros padres no nos dejaban hacer que aquellas que confiados nos dejaban probar o indagar por nosotros mismos. Yo también paso por alto alguna cosilla que míos padres, rígidos, ni hubiesen osado, serán vestigios de juventud 😉

  2. cintiacgl dice:

    Justo estoy leyendo la guía inútil para madres primerizas 3, que es la de escolarización, y habla de cómo lidiamos con esto de ir entregando a nuestra criaturita a esta sociedad «de mierda», que les da caramelos, por ejemplo (los caramelos no están de ejemplos en el libro, pero aplica). Se trata (como si fuera tan fácil) de encontrar un equilibrio entre seguir legislando un poco sobre sus vidas de infantes y a la vez no hacerlos unos completos marcianos. En este caso, quizás un podés comer caramelos de vez en cuando si me preguntás antes e inmediatamente te lavás los dientes. Más difícil será cuando «la sociedad» venga con sus ideas políticas, religiosas, etc. Alvarito es muy obediente al parecer… ¡Abrazo!

    • Rookie Mom dice:

      Lo que yo me vengo cuestionando es que al imponer restricciones (no a las golosinas, no a la tele, no, no, no) les cuesta mucho adaptarse a sus pares. Siendo tan chico bastante esfuerzo le cuesta adaptarse sin mis mambos como para que yo venga con nuevas barreras. Es algo que me quedó grabado de cuando G tenía la alergia alimenticia y no se sabía hasta cuándo le iba a durar.
      Especialmente por esto que vos bien marcás: Alvarito es tan obediente que se guardó los caramelos para pedirnos permiso al llegar a casa. Imaginate el duelo interno que padeció este nene.
      Besote!

  3. Flor dice:

    me hiciste reír con lo de los caramelos!!! Mi hija arrancó también este año con la colonia (con los caramelos hace bastante más…). Por lo pronto fuimos todo el año a natación para asegurarme que ese tema no me iba a estresar. Pero la colonia no es el colegio y todo es más onda verano. A esto le sumamos que la ida es en transporte. Todos los días le recuerdo al chofer que le ponga el cinturón que por el estado en que está se ve que lo usan poco. Extrañamente es la única nena que viaja atada.
    En fin, creo que no hay que pedirle tanto a la colonia, que al fin y al cabo es ahora donde deben hacer el corte, con lo cual si están paparuleando un rato, no estará tan mal.
    besos

    • Rookie Mom dice:

      Mmm el tema del transporte es un temazo. Yo tengo la ventaja de que es el mismo que durante el año lo lleva y lo trae todos los días del jardín, así que al no haber cambios Alvarito va perfecto.
      Si me preguntás, debo tener una especie de instinto de preservación que me hace no preocuparme por temas como los que mencionás, no porque no me parezcan importantes sino porque no tengo opción. Si no va en transporte no puede ir a jardín ni colonia ni nada. No tengo margen para cuestionarme tanto.
      Besote!

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