Ya les había contado que en octubre Alvarito iba a comenzar el kinder (¿se acuerdan?).
Bueno, finalmente llegó el día. Por supuesto que fue todo una gran mezcla de sensaciones, desde la ansiedad, a los temores, a la angustia por el corte de cordón, en fin… Mi bebé hoy lució las primeras plumitas de sus nuevas alas.
Sinceramente no fue demasiado complicado. Cuando llegamos la seño lo recibió con una gran sonrisa y se lo llevó al patio de la salita (los demás nenes ya estaban en hora de patio). No pudo sacarlo del cochecito, pero Alvarito no lloró. Dejó que se acercaran los demás nenes, y miraba atentamente, hasta que decidió que era demasiado y se durmió… «profundamente».
La seño nos vino a contar que ya no había forma de despertarlo, así que nos sugirió dar por concluida la jornada. Y ahí fue cuando a mí se me dio por hacer el siguiente comentario «Ojo que suele dormirse como estrategia defensiva cuando el ambiente es muy intimidante» (sic).
No les puedo contar la vergüenza que me dio haber hecho ese comentario. Hay tantos babies Einstein como mamás en este mundo, así que me sentí una ridícula total. Inmediatamente pensé que de semejante papelón no volvería nunca más.
La seño y la directora del jardín se apiadaron de mí, y me la dejaron pasar.
El punto es que cuando mamá y papá fueron a buscar al niño, el pequeñajo inmediatamente se declaró despierto, aprobando la decisión de volver a casa.
Más allá del reconocimiento de las maestras, y de las carcajadas de asombro de todos los presentes, tengo que decir que lo que más me interesa hoy es que zafé del papelón. Ah, no, cierto. Lo más importante es que después de eso Alvarito se encontró con su estrategia revelada y no le quedó otra que entrar a su salita sin chistar. Y le fue bien.
Mañana hay más.
Alvarito rumbo al kinder.
Apuntes de una rookie mom 
Cómo crece Alvarito! Se ve mucho más grande que hace un par de semanas! Será que era consciente de la trascendencia del momento?
Buenisimo el comentario, un genio Alvarito
Ya me voy preparando para los manejos de este pichón de demonio. Es un as.
¡Un beso, Cristian!