Ayer tuve una revelación: mi casa es muy poco baby-friendly, por no decir directamente nada.
Resulta que Alvarito comienza tímidamente a quedarse parado, con su pancita apoyada en algo que le dé sostén. Ayer se quedó sobre uno de los parlantes de un home theatre, y comenzó a querer agarrar todo lo que estuviera a su alcance…
Y ahí fue que me di cuenta de la gran cantidad de cosas que tiene a su alcance: adornos, estatuitas, portarretratos, ceniceros, libros, botellas, papeles, documentación, en fin… Mi casa nunca fue pensada (ni re-pensada) para la llegada de un niño.
Es más: voy a confesar, no sin un dejo de autocrítica, que siempre creí que el niño debe adaptarse a la casa y no al revés. ¡Mentira! Ya me veo corriendo atrás del mocoso levantando todo lo que va tirando al suelo a su paso.
¡La que me espera!
¿Ya les pasó? Acepto consejos y sugerencias…
Je je! Esto recién empieza! Pasan los meses y los años y la cosa empeora. Dejan de romper adornos, pero rompen otras cosas – (Me refiero basicamente a la paciencia aunque también puede ser el auto, que te pidieron prestado para salir con la novia, o la guitarra que le compraste para que te taladre los oidos durante sus clases!) pero siempre son divinos.
Good luck Rookie mom! and welcome to the club!
Muchas gracias por tus palabras de aliento, Ceci (?) jajajaja
Beso!
Yo de esto no sé nada pero que sonrisa turra que le hace a la cámara. Me cae bien el niño, jaja!
Visteeee. ¡Por momentos es un sátrapa hecho y derecho!
me pasa en estos momentos Milo tiene su misma edad creo, y esta en la misma situación, en casa tenemos dos soluciones posibles: 1- tirar todo lo que hay a su alcance o 2- no dejar más nada a su altura, los cds de colección del padre, lo están sufriendo
jajajaja Di. La solución 2 parece la menos radical, pero en nuestro caso implicaría reformular muchos de los muebles que tenemos: por ejemplo, la biblioteca (llena de muchísimos libros) está diseñada de forma tal que se aprovechan las paredes a ambos lados del hogar, y consiste en estantes (a los 50 cm y a los 100 cm). ¡Creo que no va más! Algo parecido te debe pasar con los CDs, no?